Comidas sencillas y balanceadas
Al darle a tu niño comidas balanceadas le estás brindando la nutrición y estructura que necesita para desarrollar hábitos alimenticios saludables. Sin embargo, no todos los miembros de la familia disfrutan los mismos alimentos y como todo el mundo está ocupado (¡especialmente tú!), es fácil que tus buenas intenciones sean echadas a un lado.
Afortunadamente, servir alimentos balanceados no es tan difícil como parece. Estos consejos prácticos te harán la vida más fácil.
En este artículo
Tu trabajo está terminado
Tu objetivo es servirle la misma comida a toda tu familia. Si tu pequeño se rehúsa a comer, resiste cocinarle algo en especial. ¡Tienes demasiado que hacer! Si lo haces, estarás ayudando a que se convierta en un niño quisquilloso para comer, le enseñarás que no está realmente supuesto a comer lo que le preparas y aprenderá que al quejarse le darás lo que él quiera.
Recuerda, el cuerpo de tu niño está naturalmente programado para comer bien. Cuando planificas y sirves comidas balanceadas de manera consistente, le estás dando a tu niño la estructura que él necesita para decidir cuánto comer y disfrutar de los mismos alimentos que tu comes.
Planifica con anticipación
- Tomate el tiempo durante el fin de semana o durante la noche para decidir lo que vas a servir durante los próximos días.
- Haz una lista antes de ir al supermercado.
- Disminuye el tiempo de preparación antes de la cena haciendo parte de ese trabajo la noche anterior o en la mañana. Puedes cortar vegetales, lavar frutas, o sacar todos los ingredientes de la despensa (como aceite de oliva, especias, arroz integral, etc.).
Sirve algo de cada grupo de alimentos
Sirve uno o más alimentos de cada grupo alimenticio, al menos durante la cena.
Ideas para toda la familia que requieren poco tiempo de preparación:
- Frutas: arándanos, bananas, o frutas enlatadas empacadas en 100% jugo o agua
- Vegetales: vegetales al vapor congelados (ya sea en paquetes para cocinar en el microondas o en la estufa) o vegetales enlatados sin sal
- Granos integrales: fideos, arroz, pan, panecillos o tortillas, todos integrales
- Proteínas: pollo deshuesado sin piel, carne de res o de pavo magra y molida, frijoles (porotos, caraotas) enlatados sin sal o huevos
- Lácteos: la leche es excelente durante las comidas, pero limítala a 2-3 vasos al día. Queso y yogurt también son buenas opciones.
Haz las comidas más atractivas
La variedad puede hacer que tus comidas se vean tan apetitosas como saben. Los vegetales y las frutas son una gran manera de añadirle color y textura a tus comidas, ¡más color significa más nutrientes!
La mayoría de los niños pequeños prefieren porciones pequeñas, con varios alimentos y colores en su plato. La variedad les brinda también muchas opciones, ¡todas buenas!
Sírvelo en el plato
Nuestras principales sugerencias para servir en su plato:
- Corta los alimentos en pedacitos pequeños para ayudar a tu niño a que se alimente solito.
- Pon solo una cucharada de cada alimento en el plato de tu niño para que no se abrume.
- Deja que él sea quien pida más alimentos en la mesa.
Recuerda: no pongas nada en la mesa que no quieras que él coma.